jueves, 4 de marzo de 2010
Él y ella I
Él la sentía a todas horas. Sentía su respiración , el leve movimiento de las comisuras de sus labios al sonreír, los largos suspiros que ella exhalaba al respirar. Se podría decir que, cuando se unían, era una unión que se acercaba más a la misticidad que a lo puramente carnal. Con sólo una mirada se podían decir más cosas que hablando. Un "te quiero" quedaba fuera de su vocabulario, puesto que lo que sentían no era amor, era una necesaria complicidad el uno por el otro, por el mero hecho de sobrevivir. Porque sabían que el uno sin el otro no podrían vivir, porque eran complementarios, porque la risa de uno, era ese néctar del que necesitaba nutrirse el otro
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queee tierno (L)
ResponderEliminarme encanta
ResponderEliminarEste es precioso,la verdad.
ResponderEliminarPor cieerto,te sigo.