martes, 6 de julio de 2010
jueves, 1 de julio de 2010
"Creo que ya no tengo sentimientos. Fue al exponerme al frío cuando me di cuenta de que el dolor es algo superfluo, que se puede vivir sin amor, sin alegría, sin tristeza, sin rabia.
Es, simplemente, vivir." Sólo le queda vagar por el mar de la desesperación. Aunque, por suerte para él, ya no sufrirá, simplemente se dedicará a deambular buscando corazones, almas puras, llaves. Algún sentimiento profundo, tierno. Surcar los mares será su hado, su meta, aquello por lo que luchará. No tendrá ya esperanza alguna, sino que se moverá por mero instinto.
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